miércoles, 19 de marzo de 2014

La leyenda de... El gato Sagrado de Birmania

Hace años, muchos años vivía un monje llamado Mun Ha en la ladera del monte Lugh. Este monje pasaba sus días en el templo del monasterio, meditando y orando a Tsung-Kyan-kse, la Diosa de las almas errantes. Ella era la encargada de conducir a las almas al paraíso, una Diosa muy bella de piel color de nieve, vestida de oro, largo cabello y ojos de un profundo azul turquesa.

Su gato Sinh lo acompañaba siempre, en respetuoso silencio. Era un gato muy inteligente y noble, con sus enormes ojos como dos monedas de oro.
Una noche el templo fue atacado, en el asalto Mun Ha fue herido. Sinh saltó sobre su amo para auxiliarlo pero él ya estaba muerto a los pies de la imagen de la Diosa. Y algo mágico pasó entonces, el pelaje blanquecino fue cambiando a un color dorado, las patas que tenía aún sobre el cuerpo de su amo se convirtieron en blancas, como la nieve de las montañas y sus ojos amarillos en azul turquesa como los de la Diosa.

La Diosa Tsung-Kyan al ver la forma en que protegió a uno de sus monjes decidió convertirlo en su animal sagrado, que se encargaría de conducir el alma del monje hacia su reino. Así fue como Sinh pasó siete días y siete noches en ayuno velando por el cuerpo de su amo. Al séptimo día Sinh murió y cumplió con el encargo de la diosa de llevar el alma de su amado amo al paraíso. A partir de ese día todos los gatos del monasterio fueron transformados y se cree que cada vez que un gato “Sagrado” muere, es el alma de un monje que entra en el paraíso.

miércoles, 5 de marzo de 2014

LA EDAD FELINA



Un error muy corriente es pensar que cada año “humano” que transcurre equivale a 7 años “gatunos”. 
En realidad, el envejecimiento felino es mucho mas rápido durante sus dos primeros años de vida. Cuando cumple un año de vida el gato, en realidad es como si estuviera cumpliendo 15 años y con dos años de edad el mismo gato sería un joven adulto de 24 años. Cada año siguiente envejece aproximadamente 4 años gatunos por cada año de calendario. Así con 5 años, en realidad tendría aproximadamente 36.

Es importante hacer notar que un gato callejero envejece mucho mas rápidamente, hasta dos veces mas rápido incluso, que un gato casero




El gráfico anterior es bastante sencillo de equivalencias entre años humanos o de calendario y años gatunos. Las cifras de color azul es la edad en términos humanos y luego tenemos una linea de color marrón clarito donde aparece la edad equivalente para un gato casero mientras que la marrón oscuro sería la edad equivalente de un gato callejero. A partir del tercer año de edad es cuando realmente se hace evidente el prematuro envejecimiento de los gatos callejeros debido a sus peores condiciones de vida y alimentación.

Por ejemplo, al cumplir 8 años, la edad real de un gato casero sería de 48 años, mientras que el mismo gato de 8 años si fuera callejero, realmente tendría 72.. un anciano!

martes, 4 de marzo de 2014

Perros y gatos


PRINCIPIOS BÁSICOS

La naturaleza de perros y gatos hace de ellos animales depredadores por naturaleza que a través de la convivencia con el hombre se ven obligados en muchas ocasiones a compartir espacios comunes.


Su instinto les impulsa a cazar otras especies animales y por eso es frecuente que los gatos persigan ratones, pájaros o insectos a pesar de que ser animales domesticados que tienen cubiertas sus necesidades alimenticias. Para controlar esta tendencia en los gatos puede recurrirse a juegos y entretenimientos y evitar situaciones que despierten su instinto.



La reacción más frecuente de un perro que ve a un gato desconocido es acosarlo, ataque ante el cual el felino valora si debe huir o enfrentarse al agresor. En estos momentos el perro tiene las pupilas dilatadas y las orejas erguidas porque permanece expectante ante las reacciones del otro animal. Si el gato decide atacar se lanzará a la cara del perro provocándole heridas graves que se infectan con facilidad además de lesiones en los ojos, por lo que en un enfrentamiento de este tipo la rapidez del gato le otorga una indiscutible ventaja.



La buena convivencia entre perros y gatos se basa en el conocimiento y respeto de las diferencias entre las dos especies: los perros son más dóciles y fáciles de educar que los gatos mientras que éstos últimos se muestran más independientes. Estas y otras diferencias pueden provocar que perros y gatos se miren con recelo en un principio pero la proximidad del hombre facilita la disminución de estas tensiones al aumentar las posibilidades de éxito en la reproducción y constituir una garantía de supervivencia. Por esta razón los predadores domésticos adecuadamente socializados no sólo no son esquivos sino que buscan la compañía de los humanos y de otros animales.
 
Dicha socialización es más sencilla y eficaz si se produce desde un principio, cuando perros y gatos son cachorros, y servirá para adaptarlos a un ambiente distinto de aquél para el que han sido preparados genéticamente en el que no sólo no tienen que cazar para sobrevivir, sino en el que otras especies animales pueden ser sus compañeras.

Por tanto si perros y gatos comparten el mismo territorio y tienen contactos tempranos resultará sencillo que acaben por hacerse grandes amigos. Lo mismo sucede en el caso de otros animales como conejos, pájaros o roedores: para el perro será más fácil adaptarse a ellos si es joven o si su temperamento es tranquilo, lo que facilitará la convivencia desde un principio.